lunes, agosto 12, 2013

Marianamamá

Y acá estoy, de seis meses y medio... Me preñé. Se acabó el dormir, se acabó el coger, se acabó el salir. Se acabó incluso el estudiar. Y el trabajar. Se acabó. Agarrate fuerte q despega. Aprovecha los últimos dos meses que después no hay más, ni descanso, ni placer, ni sexo, ni vida propia ni posibilidades de seguir intentando hacer realidad tus insólitos deseos. Agárrate fuerte, que cuando aterrices habrán aterrizado también tus tetas en tu ombligo, tu culo en tus medias y tu panza será un canvas de estrías. 
Todo eso pero además qué afortunada, qué bello momento en la vida no hay otro igual, plenitud, más mujer que nunca, sacar fotos de la panza para que esto nunca se te olvide, un milagro de Dios, ¿querés el asiento?, ¿es nena o varón?, ¿cómo se va a llamar? ¿Parto o cesárea? Con oxitocina o sin, con epidural o sin, ¿parto respetado o hippie chic? Clase de pujo, clase de lactancia, ¿fuerza para hacer caca o para parir? El parto es fisiológico, la naturaleza es sabia. La cigüeña viene de parir, mirále la cara. Que bien se la ve, qué gorda, y después al gimnasio para tratar de levantar lo insoportable del ser. Qué lindo bebé, qué ternura,  ¿dónde lo meto? Y quien dijo que existía el instinto materno. ¡Más pobres que nunca pero felices porque es nuestro deseo y tenemos la alegría del hogar! ¡Somos los desafortunados más afortunados del planeta!