sábado, junio 10, 2006

M#12 A.T.P.

Una vez me llamaron de una tal asociación de traductores de portugués adonde yo había mandado CV. Entre medio de la conversación, donde el tipo me contaba sobre su ex-mujer y otras cosas personales, percibí un tono demasiado salivado, había baba ahí. Pero además tenía voz de gay, así que creí que me equivocaba, que el tipo podría tener una dentadura nueva, por ejemplo. De pronto me dijo algo muy directo que mi cerebro borró como se borran esas cosas malas que nos pasan en la infancia. Sin embargo, desde ahí empecé a entender todo el mensaje acosador subliminal. Después la cosa se puso explícita de nuevo, supongo que porque me quedaba muda, esforzándome en creer que la conversación tenía fines meramente profesionales y todo lo que me decía en realidad no me lo decía y yo no lo escuchaba, y entonces no me acuerdo qué le dije y corté atónita y con un miedo como si el tipo hubiera estado hablándome desde el portero eléctrico y me esperara en la puerta hasta que no soportara más los días de encierro y tuviera que ir a comprar agua y pan acá en lo de los chinos. Y en realidad no deliraba tanto, porque en el CV que le envié estaba toda mi información, e-mails, teléfonos, dirección, piso, departamento, número de documento.

No hice nada, sólo me senté a esperar. Y mientras respiraba pensé en la ex-mujer, una brasileña que hacía traducciones y acababa de abandonarlo con la empresita para volver a su país. Recordé que insinuó y quedaba claro que la mina se había ido con otro. “Éste se cree que todas las brasileñas somos putas”, creo que me dije en voz alta. Entonces él la maldecía, pero a la vez contaba que era hermosa y supongo que oí que le llegaba poco trabajo de traducción pero que le gustaba meterla por el orto. Ahí es cuando corté, me parece.

Hace una semana, mientras traducía otro capítulo de Nip/Tuck, sonó el teléfono y preguntaron por la traductora de portugués.
-Soy yo -respondí.
Una voz se presentó como Carlos, de la asociación de traductores de portugués y ofreció pasarme un trabajo para la empresa Tal, una marca reconocida.
-No.
-¿No querés hacer un presupuesto?
-No. La verdad, no me interesa. Gracias.
Y corté antes de oír nada más.

1 Comments:

Blogger N said...

Joder que historia Mariana!! me he acojonado hasta yo que no le he mandado mis datos personales.. . Este tipo de babosos muertos de hambre no suelen insistir ante los noes, ni tampoco suelen ser peligrosos, los peligrosos son los que no se insinuan pero con paciencia y buen arte se van ganando tu confianza (uy!! me parece que puede haber aquí alguna asociación de ideas TOTALMENTE INJUSTA E INJUSTIFICADA) poco a poco. La verdad es que está el mundo que da asquito.. y del laboral, ni hablamos.
Besos che!

sábado, junio 10, 2006 7:45:00 p. m.  

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