sábado, octubre 28, 2006

SMS - Buenos Aires / Camboriú

SMS flechabús (Diario de viaje en mensajitos de texto)
-por Barb!


1. Hay un viejo sin dientes onda Saúl que viaja con un chico de unos 16 años. En la butaca atrás de ellos van una mujer con su hijo de 4 años.

2. Conversan mucho en portuñol. De pronto la mujer saca un bolso enorme y lo deja en el medio del pasillo, saca las latas de 1/2 litro de Quilmes. La cara del viejo se iluminó.

3. Le ofrece al chico que no acepta. Ya se tomaron 1 litro cada uno. La mujer ya balbucea portugués con fluidez. Mientras tanto, el hijo se está poniendo pesado.

4. A los gritos: ¡tengo hambre! Ella se termina su birra y anuncia que está borracha. El bolso azul sigue en el pasillo hasta que un señor que pasa hace que lo tenga que sacar. Le da de comer

5. Me quiero matar, se me borró el último capítulo! (Estás con Pepe?)

6. al hijo. Ahora sólo conversan la mujer con el de 15. Ella ya ba

7. lbucea un fluido portugués. Primera parada, sube una señora gorda que se sienta a

8. l lado de ella, en el asiento individual, sirven los sánguches, todos con la bo

9. ca llena. Tiempo de viaje, 1:40 hora.

10. Comienza el film, santa cláusula -?! y el ñham ñhomc. Continuará... mi dedo no puede más!

...

11. Abrió la cuarta lata, ¡por favor! ¡cómo van a llegar a Camboriú!

jueves, octubre 19, 2006

M#16 Por La Boca muere el pez

Se me da por la barrialidad esta vez. Es que estamos con aires muy renovados por acá. Más allá de las repercusiones sobre el futuro cada vez más cúl que le espera al barrio, este mes se ha dado la conjunción de una cantidad de cosas a dos cuadras a la redonda de no creer. Primero, el hermoso edificio Canale empezó a ser arreglado, cambiaron los vidrios rotos, le pasaron una manito de pintura, etc. Pensé que bajo la influencia cósmica de Margal, a los Canale se les había dado por volver todos juntos, pero no. No había ninguna galletita en el medio, si no el gran negocio del diseño: Casa FOA decidió instalarse este año frente al Parque Lezama, con luces azules y banderitas de todos los países flameando sobre la avenida.

Al mismo tiempo, un mediodía de los primeros primaverales del año, muy soleado e impulsor de la extroversión veraniega popular, al dirigirme a la parada del cincuentitrés noté que había unos cinco o seis jardineros empastando el Parque. O sea, no pasándole pasta de dientes ni otras pastas que hay por doquier, si no, poniéndole panes de césped, o de pasto, como prefieran. Y también haciendo canteros para poner flores. Como yo cuando miro, veo y miro y observo de verdad, los jardineros aprovecharon mi absoluto interés en su trabajo para tirarme un: "¡Mirá, linda, y todo esto para vos, para que tomes sol en el pastito entre las flores!" Seguro que me reí muy disimuladamente y lo miré picarona por sobre el abanico que me tapaba la sonrisa, al tiempo en que me acomodaba el miriñaqui y apresuraba los pasitos hacia el carruaje que decía, con fileteado, "cincuentitrés". Días después, sin embargo, crucé el Parque desde el ex-Británico (Q.E.P.D.) y me sorprendí de que por adentro sigue tan pelado como siempre. Pura tierra. No sé si peco de ciudadana apurada, sedienta de mejoras "¡yayayayya, háganlo ya!" o si de verdad no piensan poner ni un pensamiento por las entrañas del Lezama, pero en fin, eso fue lo que vi.

Alrededor, además, instalaron un recorrido fotográfico maravilloso: fotos de Horacio Coppola, de Buenos Aires a partir de la década del '30, fecha cercana a la colosal y trágica construcción del Obelisco (1936) Muchos obreros no llegaron a ver la obra terminada.

Por otro lado, o sea, por el otro lado, frente a la heladería Garrote -cuyo helado no probé por miedo a que sea un garrón (¡...!)- pusieron un resto-bar de comida mexicana. Ya fui dos veces, es rico, un poquito salado todo. El picante podés no ponérselo, si querés. Pero lo $alado viene igual. (¡Tengo un chispa chistónica hoy!) Igual vale la pena, para alguna ocasión linda.

Por último, se inauguró finalmente, después de tenernos un par de meses como chiquilines mirando de afuera como esas cosas que nunca se alcanzan, la ñata contra la reja..., el Parque Temático de Flora Nativa de La Boca, o Parque Público de Flora Nativa de La Boca, o todavía: Primer Parque Público Etcétera. (¿Y el Lezama no es público? Sí, pero es de San Telmo, tengo entendido.) No tengo fotos, pero recopilé en mis dos o tres recorridos a lo ancho y a lo largo algunas repercusiones entre la fauna nativa -los vecinos, se entiende.

Madre e hijo volviendo de la escuela en dirección al Parque. El nene va con un amiguito que habla con acento caribeño:
Madre: -No, no vamos a ir al parque porque... porque todavía lo están arreglando.
Venezolanito: -Oye, no... No lo están arreglando porque cuando lo hacen los portones están cerrados; en cambio si están abiertos es porque podemos entrar. (Pausa) Si están abiertos vamos a entrar... ¡Están abiertos!

Nena de 11 años a nene de 11 años que pateaba para cualquier lado el decorado mineral del caminito: -¡No! ¿Qué hacés? ¡No saques las piedritas de ahí! No van ahí, ¡van acá! (Le quita las piedras de la mano y con el pie arrastra otras piedritas esparcidas, juntando las que deja caer de su mano a las reunidas con el pie y a las demás en el canto rodado que forma el sendero bajo la pérgola.)

Nene: -¿Y, vamos al agua?
Nene, atándose los cordones, el pelo mojado: -No, no vayás. Te van a sacar. Yo me metí y vino el señor ése y me sacó.

Madre de familia teñida de rubio, despeinada y con equipo de gimnasia celeste, a su amiga: ¡Mirá los cartelitos de los árboles! ¡Parece que estuviéramos en el botánico!

lunes, octubre 02, 2006

Tengo una cita a serias

Sobre la humanidad... esa cosa... ¿buena?

"-¿Etchecolatz jugó el rol del hombre gris que forma parte de un sistema de exterminio o era un "monstruo", como plantean algunos enfoques?
"-Etchecolatz era el responsable de un circuito de centros calndestinos. Eso está en la sentencia: si bien por momentos la magnitud de los hechos y la saña con la que se hicieron pueda hacer pensar que se alejan de la humanidad los que lo hacen, la realidad es que no se alejan tanto como para no estar en el banquillo. Por otra parte, en estos casos, para cometer estos delitos necesitan sacarle la categoría de humano a la víctima. Nosotros no podemos hacer lo mismo. Son seres humanos los que cometieron estos delitos contra otros seres humanos. Y en este tipo de delitos se está afectando a la humanidad toda."

Entrevista de Werner Pertot a Carlos Rozanski, el presidente del tribunal que condenó a Miguel Etchecolatz, publicada en el Página 12 del domingo pasado, 1° de octubre.

Me quedo con que justamente porque es humano lo podemos condenar al muy hijo de puta. Y yo no sé si le sacaron la categoría de humanos a las víctimas del genocidio en la Argentina, a veces me parece que al contrario, que quizás ellos se han creído que estaban más allá de lo humano (¿que serían como dioses?) y que la maldad puede llegar a creer que tiene muchas razones -muy razonables, incluso- para existir.
Puta madre.

Así que al Humanismo, por favor, a agarrarlo con debidas pinzas...